Flores de Bach para mascotas

Al igual que las personas, nuestras mascotas también sienten: tienen emociones, pueden estar alegres, tristes, deprimidas o incluso rabiosas. Entonces, ¿por qué no iban a beneficiarse también ellas de las Flores de Bach?

Cada vez somos más los que compartimos la vida con animales. Y a veces, cuando aparecen ciertas conductas y el veterinario ya ha descartado un problema físico, tener a mano las esencias florales —o contar con un terapeuta floral con nociones de etología— puede ser de gran ayuda para acompañar y guiar a nuestros peludos en esos momentos.

En muchas protectoras ocurre que algunos perros adoptados se devuelven por problemas de comportamiento que, con la ayuda de las flores, se podrían haber resuelto. Un ejemplo: un perro miedoso es adoptado y, durante más de un día, a pesar de los paseos, ni orina ni defeca. El veterinario ya lo ha revisado y está sano, así que… ¿qué le pasa? Simplemente miedo. El miedo puede llegar a bloquear hasta las funciones más básicas del cuerpo.

En un caso así, la propuesta desde la terapia floral es un preparado personalizado de Flores de Bach: las específicas para el miedo junto con las de urgencia. Con esa ayuda, lo más probable es que el perrete se hubiera relajado y hecho sus necesidades sin necesidad de llegar a la drástica decisión de devolverlo.

Hoy en día cada vez hay más estudios que confirman los beneficios de las Flores de Bach en animales. Y lo más bonito es que, en muchos casos, la terapia floral resulta aún más efectiva que en personas: los peludos son más receptivos y no tienen las resistencias mentales que solemos poner los humanos. Por eso, en ellos queda descartado el famoso “efecto placebo”.