tomillo

El Tomillo

Esta semana te quiero hablar de una planta muy típica en nuestros campos de cultivo de la zona mediterránea: el tomillo.

Aunque estamos en noviembre y no es la época principal de floración, en zonas como la nuestra, con temperaturas suaves y noches que todavía no son excesivamente frías, es habitual ver una segunda floración de tomillo. De hecho, mientras estoy dando una vuelta por el terreno revisando cómo van los olivos, estoy viendo muchas matas todavía en flor, así que voy a aprovechar para recolectar un poco, preparar infusiones para el invierno y quizá también alguna tintura.

El nombre botánico del tomillo más común en la fitoterapia es Thymus vulgaris. Sin embargo, no existe un único tomillo; hay muchas especies y quimiotipos diferentes, y dependiendo de cuál encontremos, las propiedades medicinales pueden variar:

Thymus vulgaris quimiotipo timol: antibacteriano de amplio espectro, antiviral, antifúngico, antiparasitario.
Thymus vulgaris quimiotipo tuyanol: más suave, ideal para personas sensibles o niños.
Thymus vulgaris quimiotipo linalol: antibacteriano y antiviral, tolerándose bien a nivel dérmico.
Thymus vulgaris quimiotipo cineol: propiedades expectorantes y mucolíticas

El tomillo ha sido utilizado desde la antigüedad como planta medicinal, también llamado el antibiótico de los pobres. Los egipcios lo empleaban en embalsamamientos y en la Edad Media se utilizaba para fortalecer la energía vital y el ánimo de los guerreros.

Sus propiedades más conocidas son:

– Expectarante y antitusiva, ideal para resfriados, tos y catarros.
– Antiséptico y antibacteriano, útil para infecciones respiratorias y digestivas.
– Digestivo, ayuda a combatir gases, digestiones pesadas y fermentaciones.
– Estimulante del sistema inmune.
– Antiinflamatorio y ligeramente analgésico.

En aromaterapia, su aceite esencial es uno de los más estudiados, aunque debe usarse con precaución y bien diluido, porque dependiendo del quimiotipo puede ser suave o bastante fuerte.

En la cocina, el tomillo es un clásico de la dieta mediterránea y ayuda no solo a dar sabor sino también a mejorar la digestión de platos más pesados como carnes, cocidos y legumbres.

¿Cómo usar el tomillo?

Una infusión sencilla:

– Una cucharadita de tomillo seco por taza
– Agua recién hervida
– Reposar 5 minutos
– Se puede mezclar con miel, limón o propóleo si se busca un apoyo extra para las vías respiratorias.

Si se recolecta en el campo, conviene hacerlo lejos de carreteras, zonas tratadas con químicos y siempre dejando suficiente planta para que se regenere. El mejor momento del día suele ser a media mañana, cuando ya ha evaporado el rocío.

En tintura

La tintura es una de las formas más prácticas de conservar y concentrar las propiedades de la planta. Dura meses e incluso años y permite disponer de su efecto en pocos segundos, simplemente con unas gotas.

No voy a entrar en detalles de como hacer una tintura a nivel profesional, sino como la podemos hacer con ingredientes que tengamos en casa.

Ingredientes necesarios:

  • Tomillo fresco o seco (mejor fresco si es posible).
    • Tomillo fresco – al conservar todavía agua la proporción será de una parte de planta y dos de alcohol
    • Tomillo seco – la proporción será de 1 parte de planta y 5 de alcohol
  • Alcohol para uso alimentario (vodka, aguardiente, etc.): Las graduaciones suelen estar en un 40 % de alcohol.
  • Un tarro de cristal con cierre hermético.
  • Etiqueta para identificar la preparación.

Preparación paso a paso:

  1. Si el tomillo lleva tierra o polvo, se puede limpiar ligeramente y secar muy bien.
  2. Trocear la planta para aumentar la superficie de contacto.
  3. Llenar el frasco hasta la mitad o tres cuartos con la planta.
  4. Cubrir con el alcohol, con la proporción indicada en el apartado anterior.
  5. Cerrar el frasco y agitar suavemente.
  6. Guardar en un lugar fresco y oscuro durante 21 días como mínimo, aunque puede dejarse macerar hasta 6 semanas.
  7. Agitar el frasco una vez al día.
  8. Pasado el tiempo, colar con tela o filtro fino y pasar el líquido a un frasco de vidrio ámbar.
  9. Etiquetar con nombre, fecha y planta.

Una tintura bien hecha se conserva fácilmente dos años o más.

Cómo tomar la tintura de tomillo

La dosis estándar para un adulto es:

  • 20 a 30 gotas en un poco de agua, zumos o infusiones, de 2 a 3 veces al día.

Si alguien no está acostumbrado a las tinturas, puede comenzar con 10 gotas e ir aumentando según tolerancia.

En niños, embarazo o lactancia no se recomienda el uso interno salvo supervisión profesional, ya que el tomillo es una planta rica en aceites esenciales y puede resultar demasiado fuerte.

En qué casos puede ser útil

El tomillo es uno de los grandes aliados naturales del invierno. Su tintura puede resultar útil en:

Afecciones respiratorias

  • Tos seca o con flemas.
  • Resfriados y catarros.
  • Bronquitis.
  • Garganta irritada.

Actúa como expectorante, antiséptico y descongestivo, ayudando a expulsar mucosidad y desinfectar vías respiratorias.

Sistema digestivo

  • Digestiones lentas.
  • Gases y fermentaciones.
  • Malestar intestinal por proliferación bacteriana.
  • Pesadez tras comidas copiosas.

Mejora la digestión y regula la flora intestinal alterada.

Fortalecer el sistema inmune

  • En épocas de frío.
  • Cuando se nota que “empieza algo”.
  • Durante convalecencias.

Se ha utilizado tradicionalmente para mejorar la resistencia del organismo.

Infecciones menores

Gracias a su acción antibacteriana y antifúngica:

  • Enjuagues para encías inflamadas o tendencia a aftas.
  • Gargarismos en irritaciones de garganta.
  • Aplicaciones externas diluidas para pequeñas infecciones cutáneas o picaduras.

Precauciones

Aunque es una planta tradicional y segura cuando se usa correctamente, conviene tener en cuenta:

  • No utilizar en embarazo o lactancia sin supervisión.
  • Evitar tratamientos continuos muy prolongados.
  • En gastritis o úlceras, usar con moderación.
  • En caso de usar su aceite esencial siempre diluir.

El tomillo es una planta humilde, frecuente y sencilla de encontrar, pero con una potencia terapéutica sorprendente. Tener una infusión o una tintura preparada en casa puede ser una gran ayuda natural para el invierno y un pequeño recordatorio de cómo la medicina tradicional mediterránea sigue viva en cada paseo por el campo.

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