Ansiedad por Separación (APS)
La ansiedad por separación (APS) es uno de los trastornos de comportamiento más frecuentes en perros, aunque también puede aparecer en algunos gatos.
Posibles causas
La APS puede darse en distintas circunstancias, pero las más habituales son:
- Perros muy dependientes de sus dueños.
- Animales adoptados en protectoras.
- Separación temprana de la madre.
- Experiencias traumáticas en los primeros meses de vida.
- Después de vacaciones de los dueños, tras largas bajas o periodos de teletrabajo.
- En perros mayores, como parte de problemas relacionados con la edad.
💡 Hay que recordar que el perro es un animal gregario, descendiente del lobo, y tiende a formar parte de un grupo. Por eso, sus dueños son para él su manada, y la necesidad de estar junto a ellos es natural.
Síntomas de la APS
Las conductas más habituales son:
- Eliminación inadecuada (orina o heces en casa).
- Excesivas vocalizaciones (ladridos, aullidos).
- Conductas destructivas.
Otros síntomas, que no siempre resultan molestos para el dueño pero sí indican ansiedad, incluyen:
- Vómitos o diarreas.
- Acicalamiento excesivo, pudiendo provocar dermatitis acral.
- Pérdida de apetito (anorexia).
- Depresión, apatía o falta de juego.
⚠️ Importante: muchos de estos síntomas pueden deberse a problemas médicos (por ejemplo, micciones inadecuadas causadas por problemas renales). Por eso, siempre lo primero es un chequeo veterinario.
Pautas generales de manejo
Una vez descartado un problema veterinario, estas medidas pueden ayudar:
- Salidas progresivas
- Practicar salidas falsas para que el perro se acostumbre.
- Tras vacaciones, no pasar de estar 24 horas juntos a dejarlo 8 horas solo de golpe. Conviene alargar gradualmente el tiempo de ausencia.
- Evitar despedidas y recibimientos efusivos
- No despedirse cuando salimos.
- Al llegar, ignorar al perro mientras esté ansioso o excitado (podemos saludarlo con un “hola”, pero sin exagerar).
- Preparar la salida con antelación
- Tener las cosas listas antes, sin dar señales de inminente salida (por ejemplo, guardar las llaves en el bolso con antelación).
- Estimulación mental
- Dejarle juguetes o juegos de olfato para mantenerlo entretenido y desgastado mentalmente.
- Terapias complementarias
- Flores de Bach (por ejemplo, Rescate). No obstante, lo ideal es personalizar la fórmula para cada caso.
Consideraciones finales
El éxito del tratamiento depende en gran parte de la implicación del dueño y de contar con un asesoramiento correcto (conductual y, si se desea, floral).
Es fundamental comprender que el perro sufre un estado de ansiedad real y puede desarrollar problemas de salud más graves si no se trata.
🚫 Nunca, nunca, nunca castigar al perro por los destrozos o eliminaciones que encontremos al llegar a casa.